jueves, 24 de mayo de 2007

El sol brilla y el viento sopla despacio, inicio de primavera ajena al alma que continúa su camino absorta y sola, siempre sola.
Ruidos que llenan los espacios; imágenes que intentan ahuecar las horas; dinero desperdiciado en la búsqueda de calma; comida ingerida para atacar el pesar; corazón que bombea una y otra vez, sin saber adónde va.
La gente murmura, pregunta, se ríe y sigue su camino. Busca, encuentra, se maravilla, se felicita a sí misma y sigue su senda, su verbo y su destino.
¿Y quién no tiene destino?

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