Te amo desde el primer día. Con una intensidad infantil.
Pero el amor evoluciona: de loca revolución a serena aceptación; de rabiosa demanda a resignada aquiescencia.
Vale la pena amar.
Pero no amarte.
sábado, 3 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario