lunes, 9 de marzo de 2009

Pues seamos iguales.
Creo que puedo lograrlo: apartarme de ti.
Más que eso: olvidarte.
Mucho más: ser indiferente.
¡Oh! Pero todo eso me haría ser como tú.
Intento, dentro de lo posible, aspirar a la aquiescencia.
En lo que a ti respecta, al abandono, a la abulia y al silencio: regalos que recibo de ti.
Vivo con la tristeza como otros con la esperanza o la riqueza.