miércoles, 15 de abril de 2009

El día que te amé por primera vez.
El día que fui consciente de que te amaba.
El día que te inmortalicé, que te adoré, que te deseé.
El día en el que me consagré a ti como en un sacrifico humano.
El día que me inmolé sin preguntarte, sin considerarte, sin elegirte.

No hay comentarios: